Homenaje a Rosa Luxemburgo
Hoy 5 de marzo se cumple el 146
Aniversario del nacimiento de Rosa Luxemburgo, y dado que actualmente
estamos ubicadas en el Centro de Estudios Ambientales de Santa Fe
(Granada), en una calle dedicada a a esta revolucionaria, hoy la homenajeamos con un breve post.
Rosa Luxemburgo (1871-1919) fue una
filósofa, economista, teórica marxista y revolucionaria socialista
nacida en Polonia y naturalizada alemana. Estudió filosofía,
historia, política, economía y matemáticas en la Universidad de
Zurich, Suiza, tras exiliarse de Polonia por su militancia
socialista.
Durante la universidad se involucró en
el movimiento obrero local y formó parte de la vida intelectual de
los exiliados polacos y rusos. Fue de las primeras mujeres que sentó
las bases de la lucha anticapitalista y llegó a convertirse en una
de las principales dirigentes y teóricas del socialismo, una
referencia a nivel mundial.
Pero su lucha y sus logros no fueron sólo en el sentido fiolosífico-político, Rosa Luxemburgo fue una mujer revolucionaria y feminista que cuestionó, ya en su época, todo el sistema patriarcal que caracterizaba el capitalismo pero también impregnaba el socialismo europeo de la época: puso en duda todas las jerarquías y las relaciones de poder que se daban en el seno del Partido Social Demócrata Aleman, el PSD.
Al poco tiempo de iniciar su militancia chocó con los grandes ideólogos del momento (Eduard Bernstein y Karl Johann Kautsky) mientras estrechó lazos con Franz Mehring y, especialmente, con Karl Liebknecht y Clara Zetkins, sus dos grandes compañeros de lucha.
Pero su lucha y sus logros no fueron sólo en el sentido fiolosífico-político, Rosa Luxemburgo fue una mujer revolucionaria y feminista que cuestionó, ya en su época, todo el sistema patriarcal que caracterizaba el capitalismo pero también impregnaba el socialismo europeo de la época: puso en duda todas las jerarquías y las relaciones de poder que se daban en el seno del Partido Social Demócrata Aleman, el PSD.
Al poco tiempo de iniciar su militancia chocó con los grandes ideólogos del momento (Eduard Bernstein y Karl Johann Kautsky) mientras estrechó lazos con Franz Mehring y, especialmente, con Karl Liebknecht y Clara Zetkins, sus dos grandes compañeros de lucha.
A lo largo de su trayectoria estuvo
hasta en nueve ocasiones en prisión. Una de las últimas veces,
cuando fue puesta en libertad, a finales de 1918, se puso a la cabeza
de la Liga Espartaco, que luego se transformó en el naciente Partido
Comunista Alemán (PCA), y fundó el periodico La Bandera Roja
(junto con Liebknecht) precisamente para expresar las ideas de la
Liga. Al dirigir el levantamiento de los trabajadores insurrectos en
la conocida como Revolución de Noviembre, Rosa Luxemburgo se ganó
el odio de la derecha alemana pero también el de los
socialdemócratas.
Rosa Luxemburgo representaba todo lo
que la burguesía alemana, que unos años después impulsaría el
ascenso del nazismo, despreciaba: mujer, intelectual, polaca de
origen judío, feminista y marxista radical. Escribió numerosas
obras entre las que podemos mencionar Reforma o Revolución (1900),
La acumulación del capital (1913) e Introducción a la economía
política, compendio que centraliza sus clases sobre economía
política e histórica económica a las cuales dio forma de texto en
su estancia en prisión entre 1916 y 1917.
La noche del 15 de enero de 1919, Rosa
de Luxemburgo, es asesinada en Berlín: un grupo de soldados arresta
a esta mujer y a Karl Liebknecht. Son trasladados al Hotel Edén
para ser torturados, arrastrados, disparados y arrojados a las aguas
del Landwehrkanal ella y al Neuen See él. La saña demostrada en su
aniquilamiento mostraba la magnitud del temor que despertaba en la
burguesía su capacidad de movilizar las masas alemanas hacia una
nueva revolución.
A dos días del 8 de marzo, me gustaría terminar con una de sus más conocidas frases:
<<La revolución es magnífica... Todo lo
demás es un disparate>>
Carta de Rosa Luxemburgo a Emmanuel y
Matilde Wurm
(18 de julio de 1906)
Recomendación para todos los públicos: Biografía gráfica de Rosa de Luxemburgo, por Kate Evans.