MANIFIESTO #8M DE LA UNIVERSIDAD RURAL PAULO FREIRE Y CDR MONTAÑA Y DESARROLLO
Nuestras compis de la URPF y el CDR nos hacen llegar, para su difusión, su manifiesto #8M:
por un mundo rural vivo, orgulloso y ecofeminista!
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Aquí estamos las feministas rurales del Feminario de URPF de nuevo este 8 de
marzo recordando que el modelo social y económico sigue siendo patriarcal y
queremos otro.
Seguimos mirando y participando de las realidades cotidianas de nuestros pueblos
para repensarlas, resignificarlas y proyectar formas de vida que mantengan vidas
dignas para todas en el mundo rural. Y de ahí salpicar a los mundos urbanos!!
Como todos los feminismos de vanguardia, desde el Feminario de URPF nuestro
caminar es hacia poner la vida en el centro. El feminismo rural del que estamos
impregnadas se sustenta en las experiencias de muchas mujeres de nuestros
pueblos, sus saberes, sus formas de hacer, sus formas de entender el cuidado, sus
dinámicas comunitarias y de apoyo mutuo….y eso lo aprendemos y construimos
escuchando sus relatos, sus luchas, sus resistencias, sus formas de generar
movimiento…para convertirlas en nuestras referentes, y nombrarlas como
protagonistas.
Nuestra perspectiva local-global-integral nos permite ver las muchas dimensiones
de la vida y sobre ellas centramos nuestro hacer diario. Los espacios y ámbitos en
los que estamos y sobre los que nos reivindicamos tienen que ver con:
• Tener presente la palabra cultura con todo lo que implica “cultivar” en el
mundo y especialmente en el rural
• Entender que hemos de estar en una permanente adaptación al medio y no
al revés.
• Saber que lo común- la cercanía- los cuidados solo se pueden dar en
comunidades vivibles a escala humana y desde la horizontalidad.
• Poner la vida en el centro y pisar tierra.
• Pensarnos desde los territorios-pueblos
• Mantener producción y consumo de alimentos desde lo local-cercano como
clave rural y bajo el paraguas de la soberanía alimentaria
• Visibilizar a lideresas y sabias
• Hacer ver el valor central que suponen las vivencias y experiencias
cotidianas.
• Reconocer nuestras identidades rurales, desde la mirada feministas
• Ser feministas rurales supone sentirnos protagonistas de nuestra vida
Desde todas esas dimensiones y muchas otras avanzamos acompañadas cada día
para conseguir vidas dignas de ser vividas. >>.
Ahora y siempre, viva la lucha de las mujeres!